jueves, 3 de septiembre de 2009
viernes, 28 de agosto de 2009
martes, 25 de agosto de 2009
Sanando mis heridas del camino,
viniendo del recuerdo y de los sueños,
un par de suertes se llevó el destino:
Unos besos quemados en los leños.
Observo estoicamente aquella ruina
que en mí el pasar del tiempo desmorona
y guarda el sentimiento una sentina
de dolor, de virtud que me abandona.
Ya no te quiero. Bajo el crepitar
de brasas se perdió todo el rencor
y al quemar besos renació el soñar.
Supe a través del fuego y el dolor
que aquello que nos hizo enamorar
nunca fue amar, sino morir de amor.
domingo, 23 de agosto de 2009
REDES
La congoja comienza en la costa
y se extiende en caricias transparentes.
En la arena las pisadas de los pájaros
se borran con el paso del silencio.
Déjame tenerte
y llevar la eslora de mi alma
por el surco de tu oleaje.
Déjame disfrutar pescarte
y acarrearte a la orilla
donde muere la congoja
porque nacen tus besos.
lunes, 17 de agosto de 2009

TE DEDICO MI HISTORIA
Era la primavera en que nací.
Sobre el empedrado frente a mi casa
caían flores celestes.
Lo nuevo me poblaba.
Poco recuerdo. Poco más
que el sol goteando en la ventana.
La educación
me brindó cosas con las que aburrirme.
Nunca me enseñaron de los sueños,
y nunca me contaron del dolor.
Yo aprendía de todas las cosas
de las que no debía aprender:
Un tenedor, un día claro,
los aros de mi madre,
el llanto secreto de la gente adulta,
el paso del tiempo
en días anudados,
el silencio profundo de las madrugadas,
las palabras con olor a tabaco
que surgían de mi abuelo.
El tiempo no se dividía en días.
Las horas
pasaban desapercibidas,
las noches
eran juegos de cartas con mi hermano,
una semana más de otoño
era un regalo,
marzo
era una travesura .
Qué poca obligación.
Despertaba
y el mantel
estaba tendido como el sol sobre el jardín.
El nogal
amanecía repleto de luceros verdes.
El verano era ensordecedor.
Olía a familia como a pan recién hecho.
Mis hermanos despertaban junto a mí
y la infancia se acababa
con cada bocado.
Durante años se mantuvo la cordura.
Mi hermano mayor
fue el primero en irse.
Luego
se fueron otros habitantes de mi corazón,
y me sentí vacío
como un barco olvidado.
Aún brillaba en mí
el sol encadenado,
y no tuve más remedio
que volcarlo en las noches.
Yo ya no era yo mismo.
Era un turista que,
de a ratos,
visitaba la infancia para traer palabras.
Luego todo oscureció.
No pude explicarlo.
Ni darme cuenta pude.
El impiadoso tiempo
Me quitó a mis hermanos.
A otros mares, otros tiempos, otras estaciones.
Al Norte, a Londres, a Madrid.
Me alejé
de las flores celestes, de la primavera
que nació conmigo.
Temporalmente me mudé
a un vecindario de delirio,
donde mi padre y
mi perro
se murieron.
Enterrando a mi padre enterré el pasado.
Las palabras también
se cubrieron de tierra.
Los años que siguieron
Fueron un vacío en mi alma
más grande que todas las estrellas.
Pero no hay dolor
que el incesante tiempo no detenga.
Así como las cosas buscan sus orígenes,
así cambió el rumbo de mi vida.
Te conocí.
Tu piel desnuda. Lo único por lo que vale vivir en este mundo.
Porque siempre
resurgirán los besos
cuando estés tú, amor mío.
Aunque caiga y recaiga
en el viento que castiga,
me plantaré como un ancla
en el fondo de tu alma.
Porque nunca estaré solo
si tu corazón me ampara.
Porque cuando estoy contigo cada día
cae alegre, como una flor celeste
en la calle empedrada.
OSCURIDAD
Aquella noche
hubo lejanía en tus brazos.
Goteaban insinuaciones
de final y de escándalo.
Aún te quiero como te quería.
Aún gotea del techo
la palabra tristeza.
¿Qué fue de la palabra noche
aquella noche?
¿Qué fue de la ebriedad de aquellos años?
PARA VOLVER A VERTE
Quebrado el día,
mancha la noche
y el áspero frío.
Sumergidas en oscura espuma
de nube nocturna
las estrellas, quietas, me miran.
Algo quiere que cuente
lo que he sido,
que reparta risa y desvarío.
De noche sopla el viento
y la marea de mi alma se agiganta,
ya no puedo contener
las velas de esta barca.
Para volver a verte, arrojo otra botella al mar.
DESTINATARIO
¿El mar estará ahogado,
o son los sueños del capitán los que agonizan?
¿Por qué flota la pluma en el aire
y se hunden en la vida los barcos de papel?
Desde aquí miro la pluma
y limpio la cubierta de nostalgia.
¿Por qué escribe el capitán con una pluma voladora
que sólo los pájaros alcanzan a tocar?
BREVEDERO I
Cuando la primavera trasquila los duraznos
todo en un horizonte de lluvia se enjuga;
la mariposa
vuela de una hoguera en otra
se encienden los sonidos de la brisa
y con lana de durazno
teje su capullo el viento.
BREVEDERO II
Puro
amanecer
y nacimiento.
Infancia y dolor
himen y gorrión
en la mañana.
La noche enmudece
mi mundo y tu cuerpo
en el rocío.
SONETOS
Estos son dos sonetos del 2007 de temática muy similar:
1
Sanando mis heridas del camino,
viniendo del recuerdo y de los sueños,
un par de suertes se llevó el destino:
Unos besos quemados en los leños.
Observo estoicamente aquella ruina
que en mí el pasar del tiempo desmorona
y guarda el sentimiento una sentina
de dolor, de virtud que me abandona.
Ya no te quiero. Bajo el crepitar
de brasas se perdió todo el rencor
y al quemar besos renació el soñar.
Supe a través del fuego y el dolor
que aquello que nos hizo enamorar
nunca fue amar, sino morir de amor.
2
Con luz que la condena y la redime
de enamorado albor surge una perla;
Perlado amanecer, nacer sublime,
encierra en su fulgor el sólo verla.
Quien la descubre nada extraño nota
al sentirse al ardor de sus cerrojos,
y pronto el fuego en desazón se agota,
y pronto uno perdió hasta los rastrojos.
Sabed que si este amanecer florece
uno atardecerá al anochecer
esperando la noche en el albor:
Si él en ella perdió el enternecer
y ella en él estaciones de verdor,
culpad, por tal ceguera, al ciego amor.
VERSOS DE LA DESCONOCIDA
1
Algún día enredaremos la mirada
como lo hacen el océano y la luna.
Con los rastrojos de los versos
que escribieron manos solitarias,
vamos a hacer gigantes velas
para atrapar el viento de la poesía.
Luego enredaremos estos besos que te escribo
y haremos una red con nuestros ojos.
Mientras tanto tejo absurdos sueños
con un pequeño ovillo de melancolía.
2
Oh desconocida!
Palpo
el sueño que eres
con la desesperación abierta
y los ojos vendados.
Amor,
que palabras y besos enredamos...
Imagino tus ojos alejados
en el rostro de la serranía...
Aprieto con fuerza
mi conciencia llena de sueños
en las palmas de mis manos.
Oh desconocida!
Sufro porque estás
allí tan lejos o tan cerca,
desnuda, original, recién nacida.
Palpo
el sueño que eres
con la desesperación abierta
y los ojos vendados,
y voy desperdigando el anhelo
a medida que avanza la vida
sin dejar de imaginar
en el rostro de la serranía
tus ojos alejados...
Oh desconocida!