lunes, 17 de agosto de 2009



SELENE




La mano de la luna

iba tocando el agua.


Terminaba el deseo.

Las copas de los árboles

ya tocaban el día.


El sol apagó las velas

en un concierto de pájaros

y tus ásperos labios

me dejaron a oscuras.


Entre la noche y la mañana

la mano de la luna

me soltó la mano.



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